lunes, 8 de julio de 2024

Una Izquierda Desesperada

El Dilema de la Democracia

La reciente votación en la Cámara de Diputados, que dejó sin sanción a los electores que no cumplan con su obligación de votar en las próximas elecciones, es un claro reflejo del compromiso circunstancial que algunos políticos, preferentemente de izquierda, tienen con la Democracia. 

En efecto, eximir de sanciones, por menores que estás sean, a los inmigrantes con derecho a voto, y que debiendo sufragar en las próximas elecciones municipales y de gobiernos regionales no lo hagan, constituye una derogación tácita de la Ley de voto obligatorio.

Si extrapolamos las preferencias presidencial del inmigrante con derecho a voto, estos en un alto porcentaje votarán por candidatos de la Oposición. Ese es la razón de que La Moneda y la izquierda en general, quiera meterle mano a la elección de Octubre del 2024.

En pocas palabras, integrantes del poder legislativo intentan de facto quitarle a este su facultad exclusiva y excluyente para crear, modificar o derogar las leyes mediante los mecanismos técnicos y constitucionales convenidos en Democracia. Parlamentarios que se automutilan por una agenda electoral. 

Las preguntas iniciales son por qué y para qué.

La Democracia liberal, ¿hay otra?, es para los políticos frenteamplistas, comunistas y socialistas en general, un mal necesario que bien prefieren torcer, saltar o sencillamente prescindir dependiendo del contexto, las encuestas y demás intereses mundanos de los que en dos años de gobierno ha quedado claro, no quedan exentos.

Este “compromiso circunstancial con la Democracia” descansa sin duda alguna en toda suerte de ideas, conceptualizaciones y paradigmas con los cuales han construido su refugio ideológico partidista y que por supuesto no están dispuestos a poner en riesgo.

Por eso es que no les molesta defender, alabar y sentirse parte de gobiernos tiránicos o autócratas como los de Nicaragua, Venezuela, Cuba o Rusia.

A su paso van siempre dejando claro que la Democracia para ellos no constituye un valor sino que solo un instrumento de poder. La usan, la manipulan y están dispuestos incluso a desecharla si eso lo consideran necesario.

Las únicas dictaduras posibles en la América Latina del siglo XXI serán de izquierda. De hecho en el siglo XX la única de ellas que fue de derecha, fue la chilena.

Todo lo anterior explica razonablemente y de manera rápida, el por qué.

Pero lo más penoso es entender el para qué.

El gobierno de Gabriel Boric debe ser por lejos el más incompetente en nuestra historia reciente. Ningún otro, al menos desde el restablecimiento de la Democracia, ha sido tan vocacionalmente mediocre.

Esta conclusión compartida por moros y cristianos es la que explica la desesperación por una elección, la de Octubre, que las huestes socialistas vislumbran como catastróficas para sus intereses electorales.

Saben que una elección con voto obligatorio que se acerque al 90% de participación ciudadana cambiará el mapa de poder en el país, lo que les hará perder sus redes territoriales asentadas principalmente en los municipios, pero que también hipotecará su suerte en las elecciones generales del año 2025.

La solución: que vote la menor cantidad de inmigrantes con derecho a voto pero esto, con la ley de voto obligatorio, no era posible. Decidieron eliminar las sanciones por no votar lo que resulta en su derogación tácita. Ese fue el ardid dado que era poco presentable hacerlo de la manera convencional.

Con voto voluntario ganaron municipios, gobiernos regionales y la propia presidencia de la República. Con el voto obligatorio perdieron los plebiscitos constitucionales llegando al insólito caso de tener que votar, todos ellos, por la Constitución de Pinochet.

Y para aumentar el síndrome depresivo del que no pueden salir las autoridades de gobierno, los parlamentarios y el ministro Álvaro Elizalde quien encabeza la arremetida, ni siquiera intentan salvar la actual administración, su programa o las expectativas de un nuevo gobierno adolescente.

Buscan solo asegurar sus propias reelecciones y en el caso del ministro, los cientos de kioscos al interior del Estado donde pululan familiares, amigos y compañeros del partido.

La presidencial del próximo año ya la dieron por perdida el mismo 11 de marzo del 2022.

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