Lo que Arica perdió con Mirosevic, Insulza y Espíndola (2)
Arica perdió doblemente con Mirosevic e Insulza todos estos años.
Primero porque dañaron los legítimos intereses de
la ciudad como por ejemplo con la Ley Anti Saqueos, pero también, porque nos
hicieron perder tiempo y oportunidades al tener a dos políticos electos sin más
méritos que un acuerdo entre cuatro paredes, sin sustancia ideológica y con una
agenda personal cuestionable. En el fondo, ambos tienen un equivocado, o
acomodado, concepto de la Democracia.
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Después de semanas bajo acecho de delincuentes, lumpen y el propio alcalde de Arica, las hordas quemaron el Hipermercado Líder de Arica. |
La reducen a sus amigos, a sus allegados políticos,
a sus partidos y a su agenda electoral: "Estos son mis principios, pero si no les
gustan tengo estos otros", reza el refrán que se burla de los políticos
oportunistas y sin ética.
No creen en la democracia como legítimo
sistema de organización política y social, y si lo hacen, creen que sus
principios son relativos. Tal como ellos, una gelatina amorfa que se mueve
según la ocasión y al ritmo de quien las oficie de comensal.
Se benefician de la Democracia pero que no creen en
ella, no la protegen, no la cuidan, le dan la espalda una y otra vez, como a
las personas, a la sociedad, a los trabajadores que dicen representar y
defender.
El 2019, bandas de desalmados saquearon
el Supermercado Líder de Arica, entre otros muchos negocios e industrias. Fue
el estallido delictual, un movimiento organizado, coordinado, citado para
desestabilizar la institucionalidad y que puso en riesgo la legítima gobernanza
del extinto presidente Sebastián Piñera.
Durante semanas se reunieron en la rotonda Tucapel, la rotonda de la violencia, fraguando el asalto, azuzando al lumpen, acechando la propiedad privada. Esa que tanto odian pero de la que tanto disfrutan los liberales de Mirosevic o los socialistas de Insulza.
Ahí también estaba el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola.
Confundido entre delincuentes, violentistas y
personas concertadas solo para hacer daño, atemorizar a los vecinos, a los
automovilistas y transeúntes.
Están las pruebas y también la memoria.
Espíndola golpeaba una olla aún cuando percibía
casi 7 millones de remuneración mensual. Lo que hacía en el fondo era una
performance. Un Show de mala categoría representando a un comprometido
revolucionario. Da igual, salvo que las consecuencias de tener todas las tardes
al Alcalde de Arica comprometido con estas bandas de delincuentes, dejaron
lamentables efectos.
Terminaron saqueando y quemando el Supermercado más
grande de la ciudad y en esa acción vandálica y criminal, hubo muertos, de los
que nunca se ha escuchado hablar a Gerardo Espíndola.
Otro ejemplo de la feligresía de Mirosevic y
compañía.
Supuestos liberales que creen en el Estado
todopoderoso y en que la propiedad es un robo. Terminan siempre asociados con
la izquierda extrema, los anarcos y el lumpen.
En 1961 el presidente estadounidense Jhon F.
Kennedy acuñó un frase que aún retumba, aunque no en los oídos de estos
políticos en particular: "No preguntes lo que tu país puede hacer
por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país".
Con esa frase terminé esa columna (que
recomiendo revisar pinchando el link lateral) y con esa idea creo que deben
inspirarse a diario todos los políticos para servir y hacer el bien a Chile y
particularmente a Arica.
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